ACERCA DE LOS MUERTOS



Pasaje: 1 Tes. 4:13-18. 
INTRODUCCIÓN
Cuando alguien fallece, nos preguntamos si talvez nunca más los veamos. Muchos hablan del «último adiós», pero, la Palabra nos entrega otro mensaje, para los que mueren en Cristo. Hoy veremos acerca de qué sucederá con los muertos y la voluntad de Dios para ellos y nosotros.

I. DIOS QUIERE QUE SEPAMOS ACERCA DE LOS MUERTOS (v. 13).

A. Pablo inicia esta sección con estas palabras: «Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen». Esto muestra el deseo de Dios, de que no quedemos en la ignorancia, respecto a los muertos en Cristo (v.16b).
 
B. «Los que duermen». ¿A quiénes se está refiriendo? Se está refiriendo a los que están muertos. La muerte fue descrita como un dormir, por el mismo Jesús, en Lucas 8:52. No están durmiendo como el sueño diario, sino como un sueño, del cual despertarán en la segunda resurrección. En el AT, recurrentemente, se usa la palabra «dormir», para hablar de la muerte (cp. 1 Reyes 11:43; 2 Crónicas 14:1 y 1 Reyes 2:10).

C. La muerte, no es el final de todo. Es tan sólo un momento, una estación, de un camino que es eterno. La muerte de un ser querido, puede producir dos reacciones, que están mencionadas en este versículo 13. Por un lado, tristeza; y por el otro, desesperanza. Al saber qué es lo que sucederá con los muertos en Cristo, ambas cosas son superadas.

D. Aplicación. Los muertos en Cristo, están esperando el día la resurrección. No se han «ido para siempre», no hubo un «último adiós», porque los volveremos a ver. La Palabra de Dios lo garantiza.

II. DIOS QUIERE QUE SEPAMOS ACERCA DE LA RESUCRRECCIÓN DE LOS MUERTOS (vv. 14, 16b).

A. Así como hay una muerte, también habrá una resurrección, para los que murieron en Cristo. Una vez más, queda claro que la muerte no es el «último adiós», ni la ultima vez que veremos a un ser querido.

B. La garantía de que resucitaremos, según lo escrito por Pablo, es que, así como «Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él». Si damos por cierto que Jesús resucitó, también tenemos que dar por cierto que los muertos también resucitarán.  

C. La segunda parte del versículo 16, es muy clara: «…los muertos en Cristo resucitarán primero.» No se trata de cualquier tipo de muertos, sino solamente los que murieron siendo creyentes en Cristo, habiendo vivido en santidad y fielmente para él, hasta el final de sus días en este tiempo presente.

D. Aplicación. El sepulcro, de ninguna manera es nuestro último lugar. Nuestro cuerpo se levantará de los sepulcros y dará paso a la maravillosa resurrección. Así, se cumplirá lo dicho por Pablo: «¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?» (1 Cor. 15:55).

III. DIOS QUIERE QUE SEPAMOS ACERCA DEL DÍA DE LA RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS (v. 16a).

A. Si va a haber una resurrección de los muertos en Cristo, ¿cuándo sucederá esto? Dios quiso revelarnos cuándo sucedería este hecho portentoso. No está diciendo el día y la hora, sino solo el evento. 

B. Pablo lo dice así: «Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo…». Esto, sin duda, es una referencia a la Segunda Venida de Cristo, volviendo por su pueblo.

C. Jesús prometió este día en Juan 14:3, con estas palabras: «Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis».

D. Aplicación. El Señor viene a tomarte a ti, a tomarse a sí mismo, porque si eres creyente, eres iglesia; y si eres iglesia, eres del cuerpo de Cristo. Habrá una resurrección. Espérala.  

IV. DIOS QUIERE QUE SEPAMOS ACERCA DE LA TRANSFORMACIÓN DE LOS VIVOS (1 Cor. 15:52-53, 1 Tes. 4:17b).

A. Seguramente nos preguntamos, pero ¿qué sucederá con los que no han muerto, cuando Cristo vuelva? Queda claro que los muertos resucitan, pero ¿qué de los vivos creyentes? Pablo lo explica en este pasaje.

B. Pablo habla de una transformación. ¿En qué? En un nuevo cuerpo, con una naturaleza nueva, donde lo corruptible se vista de incorrupción, y lo mortal se vista de inmortalidad. A esto se le llama también un cuerpo glorificado (Filp. 3:21). Los muertos reciben este cuerpo, en el momento de la resurrección.

C. La transformación sucederá el día del arrebatamiento (v. 17b). El arrebatamiento da la idea de un rescate de alguien que ha sido llevado a un lugar que no le pertenece, casi como un secuestro. El Señor nos arrebatará y nos llevará junto a él, para siempre.   

D. Aplicación. Espera con paciencia y esperanza el día del arrebatamiento y el día de la transformación. Pablo dijo: ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? (Rom. 7:24) Lo hará el Señor, el día de la resurrección y transformación.
V. DIOS QUIERE QUE SEPAMOS ACERCA DE LA ESPERANZA (v. 18).
A. Pablo termina esta sección diciendo: «Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras».

B. Dios quiso que sepamos estas verdades, para que no perdamos la esperanza. Cuando se pierde la esperanza, la persona solo aspira a que pronto acabe su dolor.

C. La esperanza da aliento. El Señor quiere que nos alentemos unos a otros, con su Palabra. La muerte no vencerá; habrá una resurrección y una transformación.   

D. Aplicación. Se un pregonero de esperanza. Alienta a otros con la esperanza de que Cristo venció a la muerte y nos resucitará con su poder. Alégrate en la esperanza.
CONCLUSIÓN
Todo estas verdades eternas y hermosas, son para los que están en Cristo, para los que mueren en Cristo. Asegúrate de estar en Cristo, si quieres tener esperanza. Esto no fue dado para todos, sólo para los creyentes. Si aun no estás en Cristo, te invito a que le recibas a él. 
AMEN.

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