PLAN FINANCIERO DE DIOS

 El Plan Financiero de Dios


 INTRODUCCIÓN

¿Es presuntuoso decir que Dios tiene un plan financiero para su Pueblo?

 Tuvo un plan para la creación, tuvo un plan para la redención del hombre, tuvo un plan para la construcción del Arca, para la construcción del Tabernáculo y del Templo, tuvo un plan para su Iglesia, sus ordenanzas, su gobierno, etc.

Dios tiene su plan para la santificación del creyente, para su segunda venida, para la resurrección de los santos y la evangelización del mundo.


¿Quién duda que Dios tenga un plan para suministrar los fondos necesarios para la extensión de su reino?

Dios no ha tenido dos o más planes para las cosas mencionadas, sino un solo plan. Claro está que el plan de Dios no ha de ser buscado en la mente del hombre, sino en la palabra de Dios mismo.

Creemos que la Biblia es nuestra única guía, que obraremos según sus preceptos. Vamos, entonces a buscar el plan financiero de Dios en su palabra, con el propósito de llevar a la práctica sus mandatos.

Claro está que el Señor espera algo de sus hijos, que a ellos toca primeramente la obligación de contribuir a la obra del reino de Dios.

Mediante este estudio analizaremos la importancia de nuestra Mayordomía para administrar bien las finanzas y ser buenos Mayordomos, teniendo en cuenta los pasajes bíblicos que nos hablan de: los Diezmos, las Primicias, los Votos y las Ofrendas, para tener así un cuadro luminoso del Plan de Dios.


 DIOS ES DUEÑO ABSOLUTO

En una ocasión un hombre fue a visitar a su hermana mayor, quien vivía en el campo, y al dar vuelta en una esquina le preguntó:

 ¿Quién vive en esta finca vecina?

 Ella le informó quién era el dueño de la casa, y observó que además de ser la tierra fértil, la casa que ocupaba era cómoda. 

Aquél hombre pasó por allí años más tarde y echó de menos la casa. Al preguntar, qué había pasado con la casa, la informante contestó: ¿no supiste? ¡Hace meses la destruyó un tornado!

A fe mía, aquel hombre, era el dueño de la casa, según las leyes de propiedad; pero es claro que no era dueño absoluto, pues, sin su aprobación la casa fue arrancada y hecha pedazos por una fuerza superior.

Un dueño es aquel que tiene dominio o señorío sobre personas o cosas; y el hombre dentro de su esfera, con ciertas limitaciones, puede ser poseedor, sin embargo, es relativamente poco lo que realmente puede poseer, y esto, por poco tiempo, además de estar sus posesiones sujetas a ciertas limitaciones. El mundo es solamente una fracción pequeña del universo y lo que posee el hombre más rico, es una mínima parte de las riquezas que existen,

¿A quién pasarán sus riquezas al morir el rico? ¿Puede llevar consigo a ultratumba un solo centavo?

 Aún mientras viva no está en libertad de usar sus posesiones como guste.

Tal vez quisiera, si se tratara de un petrolero, echar el sobrante del petróleo al río que fluye a través de su propiedad, pero si una ciudad, río abajo depende del mismo para su agua potable, el petrolero no tiene derecho de usar su propiedad de esta manera. 

A más de esto, el gobierno fija impuestos al dueño, por el derecho de disfrutar sus posesiones.

 Es claro entonces, que el hombre no es dueño en el significado absoluto de la palabra; es poseedor; mientras que Dios, sí es el dueño de todo.

Esta relación entre el hombre y el Estado, y el hombre y Dios, Jesús la reconoció cuando dijo: " Dad a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios". El Estado puede beneficiar al hombre y en un grado limitado proteger su propiedad, por consiguiente el hombre poseedor tiene sus obligaciones para con el Estado. 

Pero el Estado no puede evitar que Dios destruya la propiedad por aire, agua, frío o fuego. Por lo tanto ni el hombre, ni ninguna asociación de hombres que se llama Estado, pueden ser considerados dueños en el significado absoluto. Dios sólo es el dueño absoluto, y así lo declararon los discípulos: “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común” (Hechos 4; 12).

 Pruebas Bíblicas

1.Dios es dueño por virtud de ser el creador de todo (Génesis 1:1).

2. La Biblia asegura que Dios es dueño de la tierra y su plenitud (Salmos 24: 1-2).

3. Dios mismo afirma que la tierra es suya: (Levítico 25:23).

4. Dios es dueño de la vida animal (Salmo 50:10-12).

5. A Dios pertenece toda riqueza mineral (Hageo 2:8).

6. Dios es el dador de todo bien (1ª Corintios 4:7).

7. Dios es la fuente de toda buena dádiva y todo don perfecto (Santiago 1: I7).

8. Dios es administrador de las riquezas (Deuteronomio 8: 18).

9. Además de ser Creador, Dios es el Redentor del hombre (1. Corintios 6: 20; 1ª Pedro 1: 18- 19; Romanos 14: 7-8).


 Los derechos y deberes del Dueño

 》El Dueño debe poner al alcance del mayordomo todo lo necesario.

El fabricante de automóviles no llamaría a mil empleados y les ordenaría que fabricaran coches o camiones sin dotarles de la maquinaria esencial, Asimismo, Dios ha puesto aquí en la tierra los elementos necesarios para realizar cualquier obra que le place, y proporciona a cada uno la capacidad hacer su parte en la misma.

Por ejemplo, si Dios quiere que tú prediques, entonces te ha concedido la habilidad para hacerlo, Quizá la primera vez que lo intentes te parecerá a ti y aun a otros, que estás equivocado, pero Dios no se equivoca, si él quiere que lo hagas, te ha dado antes la habilidad, ¡Cultívala! Dios se obliga a poner a tu alcance los talentos y habilidades, pero es obligación tuya cultivarlos.


 El Dueño debe vigilar el uso que se hace de todo lo que
posee.

El Señor no hace menos de lo que haría un fabricante o comerciante,

Él escudriña las operaciones de cada día, nada escapa a su vista.

Dios es omnisciente y aunque el siervo puede esconder del amo SUS faltas por un tiempo, no puede hacerlo ni por un momento con Dios.

El Dios que sabe cuando un ave cae, sabe también porqué cayó. El Señor conoce los intentos de la mente, él mira al corazón del hombre, y Cristo pudo revelar a los fariseos todo le que pensaron.

 No te engañes, Dios sabe cuándo malgastas tus posesiones, y cuándo las usas para su gloria.


 El Dueño, con justicia requiere un reconocimiento del mayordomo.

"Vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuenta con ellos" (Mateo 25:19). El capítulo 25 de Mateo enseña claramente: que el hombre que recibe algo, tendrá que responder por la manera en que lo huya usado. El que ha atendido fielmente a su encomienda, espera el reconocimiento con calma y con gozo anticipado; el que es flojo o deshonesto en sus transacciones vive con temor esperando aquel día.


El Dueño ha de quitar sus bienes al infiel mayordomo.

He aquí que el desuso tanto como el mal uso de los bienes del Señor provocan su desagrado, en la parábola (Mateo 25:14-30), el siervo infiel dice: "tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo", ¿Y que dice el Señor? "Quitadle, pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos".


 El Dueño hace beneficiar al siervo fiel.

Lo que Dios premia es la fidelidad, en la parábola el hombre entregó a sus siervos según sus facultades, uno recibió cinco talentos, y otro doS talentos; El que recibió dos talentos, ganó dos más; el que recibió cinco talentos ganó cinco talentos más. Cuando el señor hizo cuentas con sus siervos fieles premió a los dos igualmente, porque fueron igualmente fieles a su tarea; Esto no quiere decir que si el de dos talentos hubiera ganado uno más, habría recibido igual recompensa que el que con cinco talentos ganó cinco más. Dios no demanda que háganos lo imposible, pero sí espera que hagamos conforme a nuestras facultades, y cumpliendo nuestro deber gozaremos tanto del premio como los que con mayores habilidades han hecho lo mejor posible.


 LA MAYORDOMÍA


 Mayordomo

En el Antiguo Testamento el mayordomo es la persona que está  cargo de la casa (Génesis 43.19; 44.4; Isaías 22.15, etc.).

En el Nuevo Testamento hay dos palabras que se traducen mayordomo: epitropos epitropos (Mateo 20.8; Gálatas 4.2), La persona a cuyo cuidado u honor ha sido confiado otro como curador o guardián; y oikonomos oikonomos (Lucas 16.2–3; 1º Corintios 4.1–2; Tito 1.7; 1ª Pedro 4.10), administrador, superintendente, de oikos oikos (“casa”) y umemo memoμ (‘dispensar’ o ‘administrar’).

Esta palabra se usa para describir la función de responsabilidad delegada, como en la parábola de los labradores, y en la del mayordomo infiel.


 Mayordomía

Del Griego (oikonomia - oikonomia), Se refiere a la responsabilidad del cristiano, que le ha sido delegada bajo el “gobierno real de Cristo de su propia casa”. 

Todas las cosas son de Cristo, y los cristianos son sus ejecutores o mayordomos. 

Los cristianos son admitidos para cumplir las responsabilidades de administración que tiene Cristo sobre este mundo.


 Buenos mayordomos de Dios en todo tiempo

Nosotros somos testigos personales de las bendiciones de Dios de manera continua. La idea de este tema es ver cómo un hombre deDios llamado Habacuc, cuyo nombre significa "Abrazo", tiene la firme convicción de que Dios tiene qué ser Glorificado no importando cual sea la situación o circunstancia por la cual estemos pasando (Habacuc 3: 17-18)

La Bendición del Señor Jesús para su Iglesia, está presente en todo momento y aunque parezca algo paradójico, en las situaciones de crisis bien sea en salud, economía, pobreza, tribulación, persecución etc. Allí se encuentra la bendición de Dios (Romanos 8:28)


Hay formas equivocadas de apreciar o valorar las bendiciones de Nuestro Señor y muchos llegan a la conclusión de que la bendición de Dios, solo está presente o activa cuando se tiene un empleo estable, abundancia de alimentos, vestidos, una buena economía, cuentas bancarias, casas, carros, etc. Cuando este pensamiento se lleva al extremo es una forma errada de ver; así le pasó a Lot; El vio la llanura y la tierra apropiada para su ganado y cultivos y no pudo ver más allá. Todos conocemos el relato bíblico de que Lot se había equivocado; mientras que Abraham escogió el camino tortuoso, difícil, es decir las montañas; PERO ALLÍ ESTABA LA BENDICIÓN DE DIOS. (Génesis 13:10-18). 

No se puede negar que la prosperidad material, una buena estabilidad económica, una buena salud y otras muchas cosas más, son pruebas de las bendiciones de Dios. Pero hay que estar atentos porque Dios puede en cualquier instante probar nuestra firmeza espiritual.


La expresión del gran profeta de Dios, indica que su fe y confianza, va más allá de tener abundancia material.

Como hijos del Señor Jesús tenemos que estar preparados porque pueden llegar situaciones difíciles o adversas; esto se puede constituir en una prueba de parte de Dios para nosotros ya que es necesario que nosotros como el oro pasemos por el crisol de la prueba si así Dios lo decide en su soberana voluntad.

Hay hermanos que utilizan el Evangelio como un amuleto de la Buena suerte y piensan que todo tiene que ser un camino de rosas; que si diezman u ofrendan inmediatamente Dios tiene que darles más, y que si son fieles lo tienen que tener todo y que nunca les falte nada.

 Cuando viene el momento adverso o contrario, se debilitan y fracasan en la vida cristiana. Es bueno dar lectura a lo que escribió el cantante o músico Asaf (Salmo 73).


Es importante considerar el ejemplo de Job "El siervo justo sufriente".

Es conveniente observar el ejemplo de Moisés "Despreció las riquezas, la fama y el trono de Egipto, y prefirió el sufrimiento y el maltrato; porque tenía su mirada puesta en el Galardón (Hebreos 11:24-26). Es bueno darle lectura a todo el capitulo 11 de la carta a los Hebreos.

Es provechoso estudiar la vida del apóstol Pablo: él estaba enseñado a tener abundancia como también a padecer escasez" él dice: "todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4: 10-13).


Tengamos gratitud con Dios y siempre creamos que el Santo Evangelio trae prosperidad a nuestra vida y nuestros hogares; pero no valoremos la bendición del Señor solo desde el punto de vista material, Tenemos qué darle importancia a aquellas riquezas espirituales que no se pueden obtener con oro, piedras preciosas, plata.


Jesucristo nos ha dado muchas riquezas, entre ellas: el perdón de pecados, la salvación, la tranquilidad, la paz, la vida eterna, la familia, la Iglesia y muchas cosas más. Unámonos al Salmista David para decir: "Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser fu Santo Nombre. Bendice alma mía a Jehová, y no olvide ninguno de sus beneficios” (Salmos 103: 1-2).


“La riqueza, cuando se obtiene legítimamente no permitiendo que nos aparte de Dios, no es pecaminosa, es una bendición extra de Dios” Dios puede salvar a personas de buenos recursos económicos para que ofrenden para su causa. La mayoría de los creyentes primitivos eran de clases humildes, y algunos eran esclavos.

Pero había entre ellos personas convertidas muy prominentes y con buenos recursos económicos, Ejemplo:

}Abraham (Génesis 13:2; 24:35).

} Salomón (1º Reyes 10:23).

}Ezequías (2º Reyes 20:12-18).

}Job (Job: 3).

}José de Arimatea (Mateo 27:57).

}Los del palacio de César (Filipenses 4:22).

}El Tesorero de Etiopía (Hechos .8:27).

}Cornelio, el centurión (Hechos 10:1).

}Un hermano adoptivo de Herodes (Hechos 13:1).

}El procónsul de Chipre (Hechos l3:12).

}No pocas mujeres nobles de Tesalónica (Hechos 17:4).

}Mujeres griegas distinguidas de Berea (Hechos 17:12).

}El Tesorero de Corinto (Romanos 16:23).

}Juana esposa del mayordomo de Herodes (Lucas 8:3).


Salomón dijo: "El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.

Cuando aumentan los bienes, también aumentan los que los consumen” ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos? 

Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. Porque no se acordara mucho de los días de su vida; pues Dios le llenará de alegría el corazón" (Eclesiastés 5; 10, 11,19 y 20).


¡No busque riquezas; busque independencia financiera!

¡Ama al dueño del dinero y no al dinero; cuando Dios te bendiga, no te olvides de Él!


EL DIEZMO

Del Hebreo MA’ASER Ma’aser = décima parte y ASAR Asar = un décimo.

 Del Griego Dekate Dekate = Décima parte y Dekatos

Dekatos = Un décimo.

El diezmo es una de las ordenanzas del Señor que tienen promesa

(Malaquías 3:11-12). Diezmo significa la décima parte de determinada cosa, y se refiere a los bienes materiales.


Dios siempre se ha reservado una parte para Él, nosotros no podemos tomar la parte de Dios. En (Génesis 2:16-17) 

Dios le dijo al primer hombre: "de todos las árboles que hay en el huerto podrás comer, más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, por que el día que de él comieres, ciertamente morirás". El diablo los engañó para tomar la parte que Dios se había reservado, las consecuencias ya sabemos cuales fueron.

El diezmo es una de las formas en que le damos al Señor la Décima parte de lo mucho que Él nos da (Deuteronomio 16:17), al que ama no le es difícil dar (Juan3:16).

Hoy está vigente, por lo que debemos practicarlo por amor, gratitud y obediencia a Dios, teniendo presente en todo memento que “únicamente damos de lo que recibimos de la mano de Dios” (1º Crónicas 29:1-14) aprovechando para que nuestro corazón sea ministrado en Dios (1ª Timoteo 6:10).

Hay treinta y seis pasajes en la Biblia que emplean el término "Diezmo", y varios otros que denotan la práctica de diezmar.

 

Generalidades del diezmo

 Es pertenencia absoluta del Señor.

El diezmo es de Dios, fue dedicado y consagrado a Jehová, en

(Levítico 27:30) dice: "Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová". No se podía gastar ni auto prestar, de lo contrario había que pagar intereses.

}Se entrega en el Lugar donde nos consagramos

(Deuteronomio 12: 5-7): Cada tribu de Israel entregaba sus diezmaos en el lugar donde Dios había designado. Esto nos enseña que el diezmo se debe entregar únicamente en la Iglesia en donde nos congregamos, en la cual nos alimentamos, o sea en la cual somos edificados en la Palabra de Dios (Malaquías 3:l0). 


La Biblia no enseña que el diezmo se reparta para construcciones, o donaciones, en (Malaquías 3:10) dice: “Traed todos los diezmos al alfolí..." en el lugar donde se deben depositar.


Reconocimiento de Autoridad

(Hebreos 7; 2-7). Abraham entregó a Melquisedec los diezmos de todo como reconocimiento de autoridad; esto nos enseña que no debemos darlo a cualquier persona o donde sea, sino que en reconocimiento de autoridad, se da al pastor que Dios ha puesto sobre la congregación.


El Señor reprende al devorador

(Malaquías 3:10). Cuando llevamos el diezmo fielmente, Dios mismo reprende al devorador por nosotros, de forma, que nuestra vida ya no será afectada espiritualmente con la escasez y por ello seremos llamados bienaventurados. No significa que sea un trueque entre el hombre y Dios, sino más bien un acto de obediencia.


El Diezmo en el Antiguo Testamento

En el primer libro de la Biblia, En el capítulo cuatro se ve a dos hermanos ofrendando al Señor. (Génesis 4:3-5). Es evidente que Dios tiene en cuenta los móviles del dador, y es digno de notarse también que Abel trajo de los primogénitos de sus ovejas.


 Abraham, Melquisedec y las órdenes Sacerdotales (Génesis 14)

El primer pasaje bíblico al respecto del diezmo está en (Génesis 14:18-20). Este pasaje describe a Abraham dándole el diezmo a Melquisedec. Abraham, después de recobrar a Lot y todos sus bienes, se encontró con Melquisedec, a la vez rey de Salem y Sacerdote, Melquisedec le recuerda que Dios es: “Creador de los cielos y de la tierra". No hay evidencia de que Melquisedec pidiera el diezmo de Abraham, pero éste, cuando recordó la relación material entre Dios y sus súbditos, entregó, según la Escritura: "los diezmos de todo", Abraham sin duda sabía sus obligaciones para con Dios.

La Biblia no trae muchas informaciones sobre Melquisedec, pero la pequeña cantidad de información sobre esto es la clave para que podamos comprender el asunto del diezmo en conexión con el ministerio sacerdotal de Cristo.


Las primeras informaciones que tenemos sobre Melquisedec se refieren a sus funciones. 

El verso 18 dice que él era rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo. Observemos que Melquisedec acumula dos funciones que posteriormente serían delegadas a dos tribus distintas: Judá quedaría con el cetro y Leví con el Sacerdocio.

La Biblia presenta dos modelos sacerdotales, estos modelos o tipos de ministerios sacerdotales son denominados "ordenes":

El "orden Aarónico" es el modelo sacerdotal levítico, que trabajó desde Aarón hasta la muerte de Cristo.


 El "orden de Melquisedec", al contrario del "orden Aarónico",

presupone la acumulación de las funciones reales y sacerdotales en la misma persona. Melquisedec es un tipo (símbolo) de Cristo, o sea, prefigura a Cristo en su ministerio de Rey y Sacerdote

Por esta razón Cristo es considerado sacerdote según el orden de Melquisedec, o sea, en los moldes de Melquisedec, Rey y Sacerdote al mismo tiempo.


¿Qué tiene que ver todo esto con el diezmo? 

Abraham lo inició 420 años antes de la Ley, en la dispensación de la Promesa (Génesis 14:20) dio los Diezmos por fe, nadie le ordenó hacerlo, sabía que ese sería el sistema económico para el sostenimiento de todos aquellos Levitas, sacerdotes y ministros del nuevo pacto, que trabajarían en bien de aquélla gran familia, que sería como las estrellas (Gen 15:5; 17:4-5).

El diezmo siempre estuvo relacionado al sacerdocio, fue entregado a los sacerdotes y tuvo finalidades diferentes en momentos diferentes de la historia. Las finalidades para el diezmo fueron determinadas en función de la estructura social y del tipo de administración religiosa de la época.


 El Voto de Jacob (Génesis 28)

La próxima mención del diezmo en el Antiguo Testamento se encuentra en (Génesis 28:18-22). Allí encontramos el relato interesante del sueño de Jacob y el voto que hizo cuando despertó, Jacob hace un pacto con Dios y promete, a partir de este momento, dar el diezmo de todo cuanto Dios le diese. Si consideramos la historia de Jacob antes de este voto y después del voto, vamos a concluir que después del voto él fue bendecido abundantemente.

Jacob prometió tres cosas: "Jehová será mi Dios". "esta piedra...será casa de Dios", "de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti" Jacob adoptó los modos familiares para mostrar su gratitud a Jehová:


Devoción personal

Adoración o culto público.

Reconocimiento de su mayordomía al de volver el diezmo.

Jacob continuo con la práctica del diezmo en la misma dispensación, no fue obligado a dar los diezmos; esto ocurrió 280 años antes de la Ley. Jacob, fue el padre de los 12 patriarcas, de sus lomos vino la nación de Israel y por consiguiente el Mesías y la Iglesia del Nuevo Pacto.


Jacob Diezmó por dos razones:

Por el ejemplo que recibió de Abraham.

Por la experiencia que tuvo con Dios en Betel.

Más tarde Dios confirmó la promesa a Jacob de bendecirle hasta que sobreabundara, fue más rico que su tío, solo colocaba las varas en los abrevaderos de las ovejas y estas concebían delante de las varas y parían borregos listados pintados y salpicados de diferentes colores. 

Toda esta bendición vino por la fe en Dios. (Génesis 28:22; 30:25-40). Observemos que Abraham dio el diezmo a Melquisedec y recibió de él beneficios tangibles e intangibles. Melquisedec fuera de traerle pan y vino a Abraham (beneficios inmateriales tangibles) profirió sobre él una bendición (beneficio espiritual intangible).

En el caso de Jacob, su voto consistía en la devolución de los diezmos en el caso que Dios le concediese beneficios tangibles e intangibles.

 Si Dios le diese pan para comer y ropa para vestir (beneficios materiales tangibles) y fuese con él dándole paz (beneficios espirituales intangibles), Jacob se comprometería a darle el diezmo.

En estos dos episodios la relación de reciprocidad es clara. Dios Bendice al Diezmador. Y aunque en esa época los servicios relacionados con el santuario aun no habían sido establecidos por Dios, la Biblia cita que Abraham y Jacob diezmaron. Esto implica que no estaban bajo el pacto de la Ley.

Así nos damos cuenta de cómo existió la práctica de diezmar antes de la ley Mosaica. Esta doctrina se enuncia como principio en (Levítico 27:30-32). Esto es más que una ley, es un hecho, es la verdad. Si Dios es dueño absoluto de todo, es claro que el diezmo pertenece a él, y que tiene derecho de reclamar lo suyo. Se puede abrogar una ley, pero nunca un principio o una verdad.


-El Diezmo en el Desierto (Levítico 27; Deuteronomio 12)

¿Qué enseña la Biblia sobre el diezmo? ¿El Diezmo pertenece a la ley moral o a la ceremonial? ¿A quién debe ser entregado y como debe ser aplicado?


Éxodo es el único libro del Pentateuco que no menciona el diezmo. El siguiente pasaje que menciona el diezmo esta en Levítico 27:30-34. 

"Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová...”.

Este pasaje afirma que todos los diezmos pertenecen al Señor, pero no da detalles respecto de cómo deberían ser utilizados o a quién debería ser entregado.

Moisés lo incorporó en la ley, (Levítico 27:30), ya venía este sistema de diezmar 420 anos atrás, Dios respaldó este sistema por que es de él y no del hombre.


 Diezmo por el Servicio (Números 18)

El próximo pasaje sobre el diezmo es mayor y más detallado que los anteriores: (Números 18:21-32). Nuevamente el diezmo es presentado como siendo ofrecido a cambio de algo. Esta vez el diezmo no era ofrecido a cambio de pan, vino o ropas, sino a cambio de servicio. El verso 21 dice: "Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión". El verso 31 repite esta idea del diezmo como recompensa por el servicio.

Los versos 22 y 23 declaran que los hijos de Israel nunca más se debían acercar al Tabernáculo de reunión, sino que los Levitas deberían hacer el Servicio, “Y no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para que no lleven pecado por el cual mueran. Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros descendientes; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel”

Acordémonos que estas ordenes fueron dadas por Dios a Moisés mientras el pueblo vagaba por el desierto. Ellos aun no estaban establecidos en Canaán, no tenían un templo fijo, sino una tienda móvil y los Levitas eran los responsables por mantenerla y transportarla.

Los israelitas que pertenecían a otras tribus no deberían hacer el trabajo de la tienda de la congregación. Nadie debería ni siquiera tocar los objetos sagrados.

Esto demuestra que el Diezmo debe ser usado hoy para el sostenimiento de los obreros crisitnaos.

El libro de Deuteronomio menciona el diezmo en los capítulos 12, 14 y 26. Leamos con mucha atención Deuteronomio 12:1-14. El periodo de peregrinación en el desierto estaba llegando a su fin. Nuevas leyes serían dadas por Dios a su pueblo para ser observadas en la nueva tierra que estaban para poseer. El verso1º dice: "Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra".

Los nuevos estatutos que serían válidos en la nueva tierra ya habían sido presentados en Deuteronomio 6:1: "Estos, pues, son los mandamientos, los estatutos y los juicios que mandó el Señor tu Dios para que se te enseñasen, para que los cumpláis en la tierra a que pasas para poseer".

Ellos no deberían más proceder como en el desierto. "No procederéis en nada según estamos haciendo aquí" (Deuteronomio 12:8). Ahora adorarían a Dios en un local fijo que el Señor escogería para poner Su Nombre y para allá deberían ser llevados los diezmos.

¿Cómo deberían ser aplicados estos diezmos a partir de entonces?

Leamos con detenimiento los versos 11 al 19 de Deuteronomio 12.

Los diezmos no se podían llevar a cualquier parte, solamente al lugar que Dios les había escogido.

Algunos consideran que al decir aquí en este pasaje que debía comer el ofrendante, su familia, y sus siervos, junto con el levita, que esto implica que cualquiera puede emplear el diezmo en su casa, o familia; pero no se dan cuenta que allí se trata de una festividad que incluía primicias, votos, holocaustos, y ofrendas voluntarias; y en el verso 19 hace énfasis en que no se debe desamparar al levita nunca.


 El Segundo Diezmo (Diezmo Social o de Beneficencia)

(Deuteronomio 14)

Vamos a analizar el siguiente pasaje: (Deuteronomio 14:22-29). Estepasaje es semejante al anterior, mencionado en Deuteronomio 12.

Confirma el hecho de que el diezmo debería ser entregado "en el lugar que el Señor escoja para allí hacer habitar su Nombre" verso 23. Repite la orden a través de la cual el ofrendante debería comer con alegría sus diezmos.

Cada tercer año Israel trajo otra décima de la cosecha de aquel año como ofrenda Social o de beneficencia. (Deuteronomio 14:2.2, 28,29; 26:1-12).

A pesar de ser bien semejante al pasaje anterior, Deuteronomio 14 añade un hecho importante que debe ser destacado aquí: cada tres años el adorador no debería llevar el diezmo para el templo, también no debería comerlo, sino que debería servir el diezmo, "dentro de sus puertas", como comida para los peregrinos, huérfanos y viudas, teniendo siempre en cuenta primero al levita. Lógicamente el pueblo es advertido a no olvidarse de los levitas, pues estos no tenían herencia (tierras cultivables), y no podrían quedar abandonados a cada tres años sin alimento. 

Dios enfatizó repetidas veces que los levitas no deberían ser abandonados.

Algunos teólogos y comentaristas interpretan los textos de Deuteronomio 12 y 14 como un cambio de finalidad para el diezmo.

Otros se basan en la tradición rábica para interpretarlos como un segundo diezmo. Hay hasta quien denomine el diezmo del tercer año como el diezmo social o de beneficencia.

¿El diezmo que era comido por el donador substituía o

complementaba el diezmo "Oficial"?

Los que defienden que Deuteronomio 12 y 14 se refieren al "segundo diezmo ó diezmo social", defienden equivocadamente que el "segundo diezmo" es opcional o voluntario, pero la Biblia no dice eso.

Otro pasaje sobre el diezmo está en (Deuteronomio 26:12-15). Después de leerlo concluiremos que es un resumen de lo que leemos en el capitulo 14. Nada de diferente con relación a la aplicación: Extranjeros, huérfanos y viudas eran beneficiados con el diezmo del tercer año. También los Levitas que Servían en el Santuario.

Aquí en este pasaje lo que nos muestra es que el diezmo no debe ocuparse exclusivamente para el levita, sino que debe compartirse con las necesidades del pueblo, Dios tuvo cuidado de esto, y lo instituyó allá para que se cumplidse cada tres años.


 El Diezmo de los Diezmos

Se requirió que los Levitas apartaran "el diezmo de los diezmos", como ofrenda mecida a Jehová, según (Números 18:26 y Nehemías 10:37-39). Es menester que los ministros, pastores y misioneros diezmen juntamente con los demás cristianos.

El Diezmo en Canaán

Dios se explica, que lo que Él reclama es cosa "consagrada a Jehová". Ya no es para el uso del hombre, sino es separado o destinado a propósitos santos. Tocar la cosa consagrada, excepto como mayordomos fieles para dedicarla conforme a los propósitos de Dios, el dueño, es una violación seria. Recordemos lo que pasó con Acán (Josué 6: 19; 7:11, 20-25) cuando escondió las piezas de oro y de plata, cosas consagradas al Tesoro de Jehová. La cosa consagrada que se usa para la gloria de Dios es una bendición rica e inefable, mas en manos inmundas se convierte en anatema.

En Canaán con el tiempo, el pueblo se olvidó de su obligación de sostener a los sacerdotes y levitas, de modo que éstos abandonaron el lugar sagrado y se fueron para los campos: El libro de Nehemías muestra cómo fue restaurado el servicio espiritual a través de una correcta aplicación de los diezmos.

Estudiemos los siguientes pasajes y los respectivos contextos para entender un poco mejor la situación: 

(Nehemías 10:37-38; 12:44-47; 13:5, 8-12).

Nehemías lo restauró; El se disgustó cuando vio la Casa del Señor abandonada, sintió mucho dolor al ver que los Levitas y Sacerdotes no cumplían con sus funciones de ministrar las cosas Sagradas, el Templo estaba abandonado por competo.

El diezmo se usó para el sostén de los Levitas. (Números 18:21),

También fueron incluidos los cantores y porteros, los que ayudaron en el Templo (Nehemías 13:5).

Ezequías también restauró el diezmo y el servicio a Dios, los Levitas y Sacerdotes no cumplían con sus funciones, la Casa de Dios estaba abandonada, Ezequías los llamó y se incorporaron al servicio de Dios (2º Crónicas 29:11,15-16) ellos oraron por el pueblo y hubo un gran avivamiento, traían por cantidades, tuvieron que hacer bodegas para guardar la bendición que Dios les había dado (2º Crónicas 31:2-I0.

La penúltima mención del diezmo en el Antiguo Testamento está en (Amós 4:4. A pesar de estar practicando la idolatría, los israelitas continuaban en la práctica de sus rituales levíticos.

Amós ironiza el celo de algunos israelitas con relación a prácticas ceremoniales, mientras despreciaban principios elementales de la ley de Dios. Algo semejante aconteció en la época de Jesús (Mateo 23:23) y algo muy semejante acontece hoy, pues el diezmo es bíblico, pero no compra la salvación. Los salvos lo dan en gratitud, fe y obediencia.

El ultimo pasaje del Antiguo Testamento se encuentra en (Malaquías 3:7-11), y establece la obligación del pueblo de cumplir con el diezmo, el no darlo es considerado aquí como un robo a Dios, no al sacerdote o a la congregación, sino a Dios mismo.

Malaquías lo ordenó "Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde", Dios no miente y no puede mentir, por que no es hombre ni hijo de hombre (Números 23:19).

En Malaquías 3:8 Dios manifestó mucho disgusto con Israel y los trató de ladrones por que tomaron el Diezmo, lo retuvieron y lo gastaron, se olvidaron que el Diezmo era ajeno, no se podía gastar, Dios lo había dado a los Levitas y Sacerdotes; el problema fue tan grave que los Sacerdotes y los Levitas no tuvieron y se fueron para los campos, a las heredades donde los familiares a buscar cómo sostenerse, (Nehemías 13:8-12; Levítico 19:11) Abandonaron el servicio en el Templo.


En (Malaquías 3:9) Dios maldice a Israel al ver el Templo abandonado, no hay holocaustos, ni sacrificios, no se ofrece incienso, ni se oía la lectura de la Ley, todo quedó como un desierto y lodo por causa de la desobediencia de los israelitas al no traer los diezmos del Señor. La condición de la casa de Dios era de ruina y se llenó de inmundicias y no se le dio el uso adecuado, en 2º Crónicas 29:16) dice: "La casa de Dios tuvo que ser limpiada..." y en (Nehemías 13:8-9) Nehemías hizo sacar los enseres de un hombre llamado Tobías y mandó que limpiasen la casa de Dios y ordenó que los levitas volvieran a sus funciones y los Israelitas trajeran los diezmos del Señor.

En Malaquías 3:9 El Señor maldice a los desobedientes al no traer los Diezmos al alfolí, cuando la maldición viene sobre una persona las consecuencias son graves, hay escasez, enfermedades, trastorno, confusión, y ruina espiritual, descuido, desacato, desamor por la familia y por la obra de Dios.

En los versos 10 y 11, Dios usa al profeta para enfatizar que el diezmo trae bendición, y reta al pueblo a tener fe para ver lo que Dios hace por los fieles al diezmo.


Claro es que el diezmo fue practicado cuando menos desde Abraham hasta el período ínter testamentario.


 EL DIEZMO EN EL NUEVO TESTAMENTO

El Nuevo Testamento no habla mucho sobre el diezmo, pero menciona lo suficiente para comprender el propósito de Dios para con los Cristianos. Veremos que a pesar de estar incluido en la Ley de Moisés, los principios de la ley del diezmo rigen hasta hoy.

Algunos dirán: "Pues sí, el diezmo fue practicado en el período del Antiguo Testamento, pero ahora nos encontramos en una época distinta, estamos en una dispensación nueva y por lo tanto la ley está abrogada"; Pero, acordémonos que el diezmo es mas antiguo que la Ley, y que es un principio inmutable. Los principios nunca cambian.

Si era justo bajo la Antigua Dispensación ofrecer a Dios, lo es bajo la Nueva. Si decimos que este principio fue vestido una vez en paño de Ley, se sigue que Cristo al cumplir la ley no la destruyo, sino dio

una nueva significación al principio que se había incorporado en la Ley, ¿Qué es el sermón del Monte sino una interpretación nueva, moderna, de la ley antigua, y que va mucho más allá en sus expectaciones?


Aunque no tenemos la oportunidad de depositar nuestros diezmos en el Templo de Jerusalén, ni en el Tabernáculo, ni en las sinagogas, las primicias de todo pertenecen a Jehová todavía, y la obligación de honrar a Dios con la sustancia trayendo los diezmos y las ofrendas á los templos, es tan claro como siempre, máxime cuando pensamos en el precio que fue pagado por nuestra redención.

El espíritu del Nuevo Testamento como se observa en la vida de los primeros discípulos y apóstoles, es de grandeza y liberalidad.

Pensemos en los individuos que al aceptar el Evangelio dieron expresión a su nueva naturaleza con hechos de liberalidad más allá del diezmo: Bernabé, Mateo, Zaqueo, Pablo, etc. Este espíritu de liberalidad se manifestó no solamente entre los dirigentes sino también en las iglesias. Notemos que esta liberalidad fue una virtud, una gracia procedente de Dios para el bien de sus hijos y su reino (2ª Corintios 8:1-5),

No puede decirse, sin embargo, que todos los hermanos fueron tan liberales, Pablo tuvo que instar a algunos, como lo hizo en (2ª Corintios 9:1-8) No hay nada de rígido legalismo aquí; el Apóstol no dice que deben contribuir con el diezmo y nada más, sino les exhorta a dar hasta donde puedan.


A la luz de las Escrituras sin tratar de evadir sus obligaciones, el cristiano tiene que confesar que Dios ha tenido y tiene un Método Financiero para su Pueblo, En el Antiguo Testamento el plan fue el de traer los diezmos y las ofrendas. En el Nuevo Testamento el plan todavía se está practicando y es patente que para muchos el diezmo fue solamente un mínimo; lo ideal fue dar todo lo posible para la gloria de Dios (Hechos 2:.44; 2ª Corintios 8:3-4).

El diezmo es el mínimo que debemos ofrecer al Señor; ojalá que cada uno se entregue a sí mismo primero y considere como cosa sagrada toda posesión. Recordemos que somos mayordomos, el Señor espera que manéjenos con fidelidad lo que resta (Mateo 25:14-20).


 Jesús y el Diezmo

La Biblia no dice si Jesús puso dinero en la tesorería, pero no cabe duda qué ninguna persona, antes o después, dio tanto, Se dio a sí mismo sin medida. (2. Corintios 8:9). Cristo menciona este tema solamente dos voces, condena la hipocresía de un fariseo, pero recomienda la práctica de diezmar (Mateo 23:23; Lucas 11: 42).

Claro es que no condenó la práctica de diezmar u otros buenos principios incorporados en la ley, porque acababa de decir: “En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen” (Mateo 23: 2,3), Al contrario confirmo el diezmo con palabras enérgicas: "esto era necesario", era necesario se traduce del Griego dec que significa "atar" o "ser obligatorio" La misma palabra vemos traducida por "ligado" en (Hechos 20: 22), "Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de acontecer".

Pablo presintió que allá le esperaba gran peligro, pero sintió a la vez la obligación de ir, Así dice Jesús en (Mateo 23:23), que el apartar el diezmo es una obligación que se siente en lo profundo del corazón sincero que no puede evadir, es el sentido de obligación que llevó a Pablo a Jerusalén y a la prisión, y que llevó a Jesús al Calvario, es un sentido de obligación cuya base es la justicia y el amor.


 ¿Qué dice Pablo a cerca del Diezmo?

Que el apóstol Pablo diezmaba, no se pone en tela de duda, aunque no dice así la Escritura de modo directo, pero Pablo testifica que era "en cuanto a la ley, fariseo... en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible” (Filipenses 3:5). No hay razón para creer que Pablo abandonó la práctica de diezmar cuando se convirtió, porque sus enseñanzas a las iglesias tocante a las finanzas se conforman a las del Antiguo Testamento, por ejemplo a la iglesia en Corinto 1ª Corintios 9:13-14). Al examinar de nuevo (Números 18: 21) se verá cuál es el pensamiento de Pablo, Afirma que si los levitas vivieron de los diezmos, los predicadores deben vivir de igual manera de los diezmos de los miembros de las iglesias (Gálatas 6:6; 1ª Tesalonicenses 5:12-13; 1ª Timoteo 5:17-19).


Pablo advierte a la iglesia de Corinto (1ª Corintios 16: 1-2). Aquí tenemos un plan periódico, personal, providente, proporcional y preventivo, El plan del Antiguo Testamento coincide con éste en todo, excepto que en aquel tiempo se llevaban los diezmos en la visita Anual al Templo; ahora con iglesias en todos los lugares, conviene traerlos cada domingo.

 El Nuevo Sacerdocio (Hebreos 7)

El texto más completo del Nuevo Testamento que trata de la ley del diezmo está en (Hebreos, capitulo 7). El escritor compara ambas órdenes sacerdotales: el orden Aarónico y el orden de Melquisedec (representado ahora por Cristo, nuestro Sumo Sacerdote). El escritor exalta este último: "Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham" (Hebreos 7:5).

"Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley". (Hebreos 7:12).

¿Qué ley está siendo cambiada?

 ¿Sería, acaso, la ley moral, los diez mandamientos?

 ¿Sería la ley ceremonial, la de salud y la higiene?

Un análisis del contexto muestra cuál ley está siendo cambiada.

Leamos nuevamente el verso 5. La ley del diezmo está siendocambiada pues hubo un cambio de sacerdocio.

El diezmo siempre estuvo vinculado al sacerdocio levítico. No vivimos más bajo el orden Aarónico; vivimos bajo el orden de Melquisedec.

¿Será que el escritor está diciendo que, con el cambio de la orden sacerdotal, no es más necesario diezmar? 

Lógicamente que no, pues el diezmo es una característica de ambas ordenes, por eso inicia con Abraham a Melquisedec. El diezmo es un elemento del orden Aarónico y el diezmo es un elemento presente también en el orden de Melquisedec.


Es por esta razón que, aun antes de que Dios instituyese el Santuario terrestre y estableciese el orden Aarónico, el sacerdocio

Levítico, Abraham devolvió los diezmos a Melquisedec. Por lo tanto, el sistema de diezmos debe ser mantenido hoy, pero para sostener otro tipo de sacerdocio, bien diferente del sacerdocio Levítico.

¿Qué es lo que cambia en este nuevo sacerdocio mencionado por el escritor a los Hebreos?

Jesús especificó un nuevo modelo de sacerdocio, un nuevo ministerio para sus discípulos:

La predicación del Evangelio

Hoy el diezmo debe ser usado para sostener el ministerio de la expansión del evangelio.

¿Pero quien hace la predicación del evangelio hoy? 

El sacerdocio, en el orden de Melquisedec; no es una responsabilidad apenas de una tribu, es de toda la Iglesia. Somos reyes y Sacerdotes.

"Traed todos los diezmos al alfolí, para que haya alimento en mi casa".

 Los derechos sobre los diezmos y el deber de la predicación del evangelio, están sobre los sacerdotes representantes de Cristo.

El autor de la carta a los Hebreos vuelve a explicar en el capítulo siete la importancia de Abraham al presentar los diezmos a Melquisedec, las palabras clave del libro son: "mayor" o "mejor"; El escritor sagrado dice que Abraham fue prototipo de los que diezmaron, incluyendo a los levitas, y que Melquisedec, Rey y sacerdote enviado por Dios, fue superior a Abraham y a los levitas que salieron de los lomos del mismo Abraham, quien ofreció los diezmos a Melquisedec, pero Jesucristo es "sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec, y el Hijo, hecho perfecto para siempre", Él debe ser considerado superior a todo sacerdote humano.

Una inferencia secundaria del argumento es esta: Si los creyentes de antaño gozaron del gran privilegio de traer sus diezmos a Melquisedec y a los levitas, y de recibir una bendición por haberlo hecho sinceramente, ¡cuánto mayor es nuestro privilegio de depositar nuestros diezmos a los pies del incomparable Sacerdote, Cristo Jesús! Hay qué diezmar toda nuestra vida, nuestro tiempo.

Jesús estuvo tres años dedicado al ministerio con sus discípulos, ellos dejaron sus barcas de pesca se dedicaron de tiempo completo a servirle al Señor; era un grupo de personas numeroso, la gente aportaba dinero para el sostenimiento, había un tesorero (Juan 12:5- 6. Lucas 8)

Jesús dijo a sus discípulos: "no lleven comida ni vestido por que el obrero es digno de su salario" (Lucas10:7. 1ª Corintios 9:14, 1ª Timoteo 5:18).

Jesús nunca fue acusado por no pagar los diezmos, la. Biblia dice que Él fue fiel en todo.

En los Hechos de los Apóstoles no se habla de diezmos por que el sistema económico cambió y el Espíritu Santo lo respaldó, se formó una comunidad que ya no daba el diez por ciento, sino todo. (Hechos 2:43; 4:32-35, Mateo 19:21). Este sistema no duró mucho, volvió a cambiar y los creyentes siguieron aportando el diez por ciento.


Pablo habló a los hermanos de Corinto y les dijo: Hágase cono ordené en las Iglesias de Galacia (1ª Corintios 16:1-4), que el primer día de la semana, aparte cada uno según haya prosperado, eso quiere decir la décima parte según lo que haya ganado.

El creyente que es ministrado espiritualmente debe ministrar de los beneficios materiales al quien lo ministra espiritualmente (1ª Corintios 9:11, 13-14).

El que detiene el diezmo es como el que detiene el salario al trabajador, esto no agrada a los ojos de Dios (Levítico 19:13). Es poner bozal al buey que trilla, es querer que el buey trabaje arduamente, pero sin comer, y al final desfallecerá. "Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿Es gran cosa si segaremos de vosotros lo material?"


El diezmo apunta en su finalidad a cuatro puntos cardinales:

- Hacia Dios: El diezmo nos mueve a reconocer la soberanía, dominio y los beneficios recibidos por Dios de su mano. (1º Crónicas 29: 14)

-Hacia el Prójimo: Nos mueve la generosidad a la práctica de la caridad y en muchos casos a la vivencia de la justicia, porque si yo soy justo doy lo que pertenece a Dios y contribuyo en la salvación de muchas almas, porque con mi diezmo colaboro en la expansión del Evangelio, aun en la obra misionera, salvando a otros en otros países

- Hacia la Creación: porque con ello demuestro que soy libre de la materia y como socio de Dios en la creación del hombre nuevo estoy participando de esa formación.

-Hacia Nosotros: porque esto cuando lo hacemos con sinceridad:no por una carga sino con gratitud a Dios demuestra que aprendimos a temer a Dios y no le robamos, y nos hace libres de mala conciencia y libres de la codicia que lleva al ser humano a perder la bendición de Dios. (Deuteronomio 14: 23; Malaquías 3: 10).


Que el diezmar no sea una carga para mí, sino una bendición del deber cumplido en gratitud a mi Dios, toda SU Gracia para conmigo que yo lo haga y no quede con remordimiento porque cumplí mi deber a mi Dios, sino que me quede la satisfacción de entregarle lo que le pertenece a mi socio que es Dios; que no digamos: diezmo porque solo di lo que no era mío, es mejor decir devolví lo que es de

Dios con agradecimiento por sus múltiples bendiciones para con sus hijos que somos todos los redimidos por su sangre.

Que cuando diezmemos lo demos para Dios sin remordimiento porque supuestamente dimos mucho y aparentemente nos va hacer falta y pensemos como Ananías y Safira que no dieron con gratitud, sino para aparentar ante la comunidad Cristiana, sustrayendo de lo prometido, que si lo habían prometido ya no les pertenecía y esto le acarreó la pérdida de sus vidas, no pudiendo disfrutar de lo que ellos pensaron. (Hechos 5: 1-11).

Abraham diezmó en gratitud a su Dios, en reconocimiento de la bendición de Dios de haberle dado la victoria y todo ese gran botín que tenía en sus manos; Sin pensar que el diezmo era un amuleto para la. buena suerte, pero como lo hizo en gratitud a su Dios, notamos que Dios premió su fidelidad dándole muchas riquezas a partir de ese momento, aun le cambió el nombre, hizo un gran pacto con él y su descendencia, lo hizo can el Padre de la fe, amigo de Dios y por encima de todo lo prosperó abundantemente. (Génesis l4 y 15).

Hermanos seamos gratos con Dios solo dando lo que es de Él y no solo cumplimos con nuestro deber siendo fieles al Señor en todo, porque el abrirá la puerta de la prosperidad y ninguna maldición nos hará daño, porque añadirá para sus fieles sus múltiples bendiciones. (Deuteronomio 28: 1-1Mateo 6: 334).


 LAS PRIMICIAS

La raíz hebrea BKR bkr, que se encuentra en muchos idiomas semíticos, tiene el significado general de “llegar temprano”. bƒkoær bƒkoÆr, “primogénito”, los términos relacionados también se utilizan para: personas, animales, las Primicias de los frutos y las cosechas.

Los privilegios y responsabilidades del primogénito se conocen como su “derecho de primogenitura” En (Génesis 25:23) se le llama RAB rab al hijo mayor, descripción que aparte de la cita mencionada, se emplea solamente en textos cuneiformes del 2º milenio. Se considera al primogénito como “el comienzo de su vigor”. (Génesis 49:3; Deuteronomio 21:17; Salmos 78:51; 105:36). Y “el que abre la matriz” (Éxodo 13:2, 12, 15, Números 18:15; etc.), poniendo de esta manera el acento tanto en la línea paterna como en la materna.


 ¿Qué son las primicias?

Clase especial de sacrificios incruentos, que comprendía también los primogénitos del ganado, y cuya presentación ya se conocía en los tiempos más remotos (Génesis 4:3). Al ofrendar a Dios las Primicias y lo mejor de los frutos, se le reconocía como el Señor, dueño y dador de los frutos del campo; todo se debe a su bendición.

Habiendo consagrado las Primicias a Dios, el hombre podía disfrutar con limpia conciencia del resto de los bienes.

El ofrecimiento de las Primicias fue regulado por la ley mosaica. Ésta hizo de la ofrenda espontánea una obligación religiosa que debía cumplirse frente al santuario y sus ministros, y distinguió entre las Primicias solemnes, traídas por la nación como un todo, y las que cada individuo debía dedicar al Señor.


 Dos formas y oportunidades para la ofrenda solemne

La primera consistía en presentar delante del Señor una gavilla de cebada, mecida y acompañada por una ofrenda de dos décimas de efa de flor de harina amasada con aceite, y una libación de vino. Se ofrecía el 16 de Nisán, el segundo día de la fiesta de los panes sin levadura, para iniciar la siega (Éxodo 23:19; Levítico 23:9-14; Números. 28:16s).

La segunda consistía en que siete semanas después se celebraba la verdadera y máxima fiesta de las Primicias, el Pentecostés israelita, llamada también la fiesta de las semanas. Con ella sexterminaba la primera cosecha del año y la recolección de los frutos.

Juntamente con dos "panes de las Primicias", "mecidos delante de Jehová", se ofrecían siete corderos, un becerro, dos carneros y un  macho cabrío (Levítico 23:15-20)).

Además de estas Primicias oficiales al principio y al fin de la primera cosecha, cada israelita debía llevar individualmente una canasta de todos los frutos (Deuteronomio 26:2), aceite, mosto y trigo, todo de lo más escogido (Números 18:12-19). Se incluían los primogénitos de los animales, para recordar que el señor los había librado de la esclavitud en Egipto y les había regalado un rico país. Tales Primicias, como también los diezmos, constituían las entradas más considerables de los sacerdotes y levitas.


LAS OFRENDAS

Del Hebreo hV, ai isûsûeh = Ofrenda.

Del Griego logeia logeia = Ofrenda, Colecta.

Los diversos tipos de ofrendas, surgieron de la necesidad de purificación del pecado o del deseo del voto de entrar en comunión con Dios, por actos de trasgresión inconsciente, por errores u otras inadvertencias (Levítico 4:1-25; 6:24-30), de expiación y restitución, juramentos en falsos, impropio trato al prójimo y sus vecinos, las ofrendas de paz las cuales simbolizaban una buena relación espiritual con Dios. Los holocaustos eran ofrendas y sacrificios especiales en los que se quemaba todo animal.

La ofrenda es una dádiva que se ofrece o se consagra a Dios, coma muestra de gratitud.


 En el Antiguo Testamento.

No encontramos un término general para “sacrificio”, excepto el poco usado KORBAN Korbán “lo que se trae cerca” ó “mi ofrenda a Dios”, vocablo prácticamente limitado a la literatura levítica. En la versión Reina Valera se traduce “Korbán” en la única referencia neotestamentaria de Marcos 7.11).

Los otros términos que se usan frecuentemente describen tipos determinados de sacrificios, y se derivan ya sea del modo de realizar el sacrificio, como SACRIFICIO “lo que se mata” y HOLOCAUSTO “holocausto”, “lo que se eleva”, o del propósito de los mismos, como ofrendas expiatorias, “por la culpa” y ofrenda por el pecado.

También se incluían bajo las ofrendas sin sangre: “ofrenda, oblación”, la ofrenda vegetal “flor de harina”; (Levítico 2), las primicias, la gavilla del 16 de Nisán, la masa de la fiesta de las semanas y los diezmos.



En el Nuevo Testamento.

Los términos griegos utilizados son thysia thysia, doμron doμron, prosfora prosfora, y sus cognados, y anaferoμ anaferoμ, traducido “sacrificio, don, ofrenda” (thysia thysia en Marcos 12.33 probablemente significa “ofrenda de harina”); holokautoμma holokautoμma, ‘holocausto completo’; thymiama, ‘incienso’; spendoμ spendoμ, ‘derramar como ofrenda de bebida’.

Todos fueron tomados de la LXX.

- Sacrificios y Ofrendas Neotestamentarios

Se siguieron ofreciendo sacrificios veterotestamentarios durante todo el período de composición del Nuevo Testamento prácticamente; y no es sorprendente, por lo tanto, que incluso su significación literal sea objeto de comentarios ilustrativos.

Encontramos máximas importantes en (Mateo 5:23–24; 12:3–5 y paralelos, 17:24–27; 23.16–20; 1ª Corintios 9.13–14). Es digno de tener en cuenta que nuestro Señor hizo hacer sacrificios por él mismo, o que él mismo los hizo, cuando fue presentado en el templo, durante su última pascua, y presumiblemente en las otras ocasiones en que fue a Jerusalén para las fiestas.

La Epístola a los Hebreos contiene el análisis más completo de los sacrificios veterotestamentarios. Las enseñanzas del autor tienen su lado positivo (11:4), pero lo que le preocupa especialmente es poner en evidencia cuán inadecuados resultaban, excepto como tipos. El hecho de que no logran para el hombre el acceso al lugar santísimo, prueba que no pueden liberar de culpa la conciencia. No son sino ordenanzas carnales, impuestas hasta que llegue el momento de la reforma (9:6–10).

Hechos de los Apóstoles. Cuando Pablo y los que lo acompañaban llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por Jacobo y los otros ancianos de la iglesia madre, quienes les dieron la bienvenida yvpresumiblemente aceptaron agradecidos las dádivas que habían traído. El adverbio aclaratorio “presumiblemente” es necesario porque el relato de Hechos guarda absoluto silencio respecto a la colecta, excepto donde Pablo dice, en su defensa ante Félix, quebhabía venido de Jerusalén “a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas” (Hechos 24.17).

Ofrenda para los Pobres. La colecta organizada por Pablo en las iglesias gentiles para aliviar la pobreza de la iglesia de Jerusalén. Envlos dos años que precedieron su última visita a Jerusalén (57 Después de Cristo) le preocupaba cada vez más; en verdad, sería difícil exagerar el papel importante que este asunto representaba en su estrategia apostólica. 

Las primeras noticias que tenemos de este fondo provienen de las instrucciones impartidas a los cristianos de Corinto (1ª Corintios 16.1–4); se les había informado acerca de Pablo y deseaban saber más. De lo que él les dice entendemos que ya había dado instrucciones similares a las iglesias de Galacia, evidentemente a fines del verano del año 52 Después de Cristo, cuando recorrió “la región de Galacia y de Frigia” al dirigirse desde Judea y Siria a Éfeso (Hechos 18:22s). Gracias a la correspondencia de Pablo con losbcreyentes de Corinto se conocen más detalles acerca de lavorganización del fondo en Corinto que en las demás iglesias que contribuyeron.

En el momento que Pablo envió a Tito y sus compañeros a Corintobpara ocuparse de este asunto, Pablo mismo estaba en Macedonia, ayudando a las iglesias de esa provincia a completar su parte de las contribuciones. Esas iglesias habían estado pasando por un período de dificultades no especificadas, lo que motivó que estuviesenvviviendo a un nivel de mera subsistencia, o aun menos; y Pablo sentía que no correspondía solicitar de ellas una contribución parabotros cristianos que no estaban en peores condiciones que ellos mismos. Sin embargo, insistieron en su deseo de contribuir, y Pablo se sintió muy conmovido por esta prueba de gracia Divina en susvvidas (2ª Corintios 8.1–5). Les rinde un caluroso tributo cuando escribe a los corintios a fin de animar a estos últimos a dar tan generosamente de su relativa abundancia como dieron los macedonios de su pobreza.

Pablo se refiere a una Ofrenda de socorro en las cartas que conocemos, y esta referencia es de especial interés informativo, porque aparece en una carta a una iglesia que no fue fundada por él y que, por lo tanto, no había participado del proyecto, y ni siquiera había tenido conocimiento previo del asunto. 

Escribiendo a los cristianos en Roma para anunciarles su próxima visita a esa ciudad, de paso para España, les informa que el asunto de este fondo de socorro debe finiquitarse antes que él pueda emprender el viaje hacia occidente (Romanos 15.25–28). Por esta referencia descubrimos algo más respecto a los motivos que promovieron la idea de la colecta. El fortalecimiento de la comunión entre la iglesia en Jerusalén y la misión a los gentiles fue una de las mayores preocupaciones de Pablo, y su organización del fondo de socorro estaba en gran medida destinada a lograr esta finalidad.

Pablo consideró la aparición de los creyentes gentiles en Jerusalénccon sus donativos, era una señal del cumplimiento de aquellas profecías hebreas que hablaban de “las riquezas de las naciones” que llegarían a Jerusalén, y de los hermanos de sus ciudadanos (los de Jerusalén) que serían traídos “de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová” a su “santo monte” (Isaías 60.5; 66.20). Pero si Pablo tenía presentes aquellas profecías, quizás los dirigentes de Jerusalén también las tenían presentes, y sacaban conclusiones diferentes de ellas. En el contexto original, las riquezas de las naciones constituyen un tributo que los gentiles llevan a Jerusalén como reconocimiento de su supremacía. A los ojos de Pablo los aportes de sus conversos para el fondo de socorro a Jerusalén constituían una ofrenda voluntaria, expresión de gracia y gratitudccristianas, pero es concebible que los receptores de dicha ofrenda la  considerasen más bien como un tributo que correspondía que los súbditos gentiles rindiesen al Hijo de David.



Sacrificios espirituales

Los “sacrificios espirituales” (1ª Pedro 2:5; Juan 4:23–24; Romanos 12:1; Filipenses 3:3) vienen a remplazar en la épocacneotestamentaria las ordenanzas carnales, y aparecen con frecuencia (Romanos 12:1; 15:16–17; Filipenses 2:17; 4:18; 2ª Timoteo 4:6; Hebreos 13:15–16; Apocalipsis 5:8; 6:9; 8:3–4).

Los sacrificios que se mencionan en estos pasajes son “espirituales” en el sentido de que, estrictamente, pertenecen a la época del Espíritu Santo (Juan 4:23–24; Romanos 15:16). Sin el Sacrificio de Cristo, no serían aceptables los sacrificios espirituales (Hebreos 13:15; 1ª Pedro 2.5).

 Algunos tipos de ofrendas

Mencionemos algunos tipos de ofrenda entre las cuales tenemos; amasadas, cocidas, continua, de acción de gracias, de celos, de flor de harina, del cuerpo (He 10:10), del grano, del pueblo, del sacrificio, de paz (Éxodo 20:24), de primicias (Levítico 2:12), quemada.

Todas estas ofrendas, eran ofrecidas a Dios por diversas causas.

Los hombres de Dios a través de los tiempos movidos por alguna circunstancia han sentido ofrecer una ofrenda voluntaria a Dios.

Ejemplo de esto es Caín y Abel que ofrecieron ofrenda a Dios de lo que tenían (Génesis 4:3), Noe (Génesis 8:20 -21), Abraham (Génesis 12:8). Es importante que la ofrenda ofrecida a Dios nos cueste, que tengamos que pagar un precio.

David le dijo a Arauna: ''no, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová cosa que no me cueste nada." (2º Samuel 24:24- 25).

María ofreció a Jesús una libra de perfume de nardo puro y de mucho precio, y ungió los pies de Jesús (Juan 12:1); todo esto nos da a entender que todo lo mejor de nosotros es para ÉL.

Por toda esta actitud generosa que hemos visto de parte del hombre hacia Dios, cada creyente debería, plantearse su propia devoción al Señor en su actitud en cuanto a dar.

Es un hecho que el Señor derrama sus bendiciones, en respuesta a la consagración (Mateo 3:7-10). Las ofrendas y sacrificios que Israel debía ofrecer, señalaban el hecho de que pertenecían a Dios.

LOS VOTOS

Del Hebreo NEDARIM Nedarím = Votos

Promesa hecha verbalmente a Dios de hacer o dar algo, o de abstenerse de algo como señal de devoción. Su aspecto voluntario en Israel se ve en que no era pecado no hacer Voto (Deuteronomio 23:22) Lo que se abarcaba bajo las obligaciones de la Ley no podía ser objeto de un Voto, por ejemplo los Primogénitos (Levítico 27:26), aunque se podía hacer Voto de no redimir a uno que por la Ley gozaba del privilegio de redención, el Voto de Ana referente a Samuel es ejemplo de esto.

 Características de los Votos

Los Votos podían ser:

-Para realizar (Génesis 28:20).

-Para abstenerse de realizar (Salmos 132:2).

-Un acto a cambio del favor de Dios (Números 21:1–3).

-Expresión de celo o devoción para con Dios (Salmos 22:25).

No constituye pecado el hacer o el no hacer votos, pero si se lo hace presumiblemente en forma articulada (Deuteronomio 23:23), el voto obliga en forma tan sagrada como el juramento (Deuteronomio 23:21–23). Por lo tanto, el voto no debe hacerse apresuradamente (Proverbios 20:25); porque la persona que hace el voto, por ejemplo de ofrecer un sacrificio, entra luego en “la esfera de la ofrenda” y queda libre únicamente una vez que se ha hecho el sacrificio.

La Biblia no aprueba los Votos hechos con el propósito de comprar el favor de Dios, por ejemplo Jacob, cuando todavía demostraba una consagración defectuosa (Génesis 28:20), Jepté (Jueces 11:30), Saúl (1º Samuel 14:24), Absalón (2ª Samuel 15:8). En los casos que parecen excepcionales el deseo de honrar la voluntad Divina es superior al propio provecho del que hacía el Voto (Números 21:2; 1º Samuel 1:11; Salmos 132:1-5).

La alabanza y la gratitud son el contexto aceptable de los Votos

(Salmos 22:25; 50:14; 61:8; 65:1; etc.).

 Por tanto, no pueden ser ocasión para no cumplir con otras obligaciones justas (Mateo 15:3-6; Marcos 7:9-13).

En Israel se desarrollaron muchas leyes referentes a los Votos y se juntaron en el tratado de la Misná (Ley Oral) titulado Nedarím (votos).

Pero la legislación bíblica se halla principalmente en (Levítico 7:16- 17; 22:17-25; 27; Números 15:1-10,30; Deuteronomio 12:11; 23:18,21-23) Estas leyes ponen énfasis en la justicia de Dios y su santidad, además de su gracia testificada por el sistema de sacrificios.

 El cumplimiento de los votos

El respeto de los votos promueve la felicidad del hombre (Job 22:27), y pone de manifiesto el carácter de la futura bendición de Israel (Nahum 1:15). Por otra parte, el sustituir un animal con defectos por el que se ha prometido como voto revela pecado y acarrea la maldición de Dios (Malaquías 1:14).

Lo que ya es del Señor, por ejemplo los primogénitos, los diezmos (Levítico 27:26), o lo que es abominación a Jehová (Deuteronomio 23:18), no puede ser consagrado ni ofrecido como voto; pero como el primogénito de la familia podía ser redimido (Levítico 27; Números 3:44), es correcto que Ana entregue a Samuel al Señor como Nazareo (1º Samuel 1:11).

El voto no tiene ninguna virtud en si mismo (Salmos 51:16), y puede no ser más que simulación piadosa de una persona traicionera (2º Samuel 15:7) o inmoral (Proverbios 7:14).

En el Nuevo Testamento el voto con la fórmula “es Korbán” (mi ofrenda a Dios) de la persona religiosa fue condenado por Cristo (Marcos 7:11). El voto de Pablo (pero probablemente no de Aquila) indudablemente fue un voto nazareo temporario, expresión sincera y adecuada de la antigua fe hebrea (Hechos 18:18; 21:23).

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