La misión de nuestra iglesia

El cuerpo de Cristo, la Iglesia  Marcos 16-16 

(1ª Corintios 12.27), tiene la tarea ineludible de ir por todo el mundo y hacer discípulos; es decir, su asunto principal es convertirse en un cuerpo discipulador de almas para el Reino de Dios.


 Bíblicamente nuestra misión es clara: 

Debemos evangelizar y discipular al mundo (Mateo 28.19–20). 

Estas dos cosas deben ocupar la mayor parte del esfuerzo de la iglesia local. 

Si hiciésemos un análisis cuidadoso del calendario de nuestra iglesia local,

 ¿qué revelaría el mismo? 

¿Mostraría que estamos enfocados en el evangelismo, en alcanzar y discipular a los perdidos? 

La historia nos enseña que las iglesias crecientes están enfocadas en la misión. 

Sus actividades y calendarios reflejan su compromiso con la misión.

 Por otro lado, hay congregaciones que “hacen mucho”, pero se enfocan en otras cosas.

 Estas congregaciones, aunque muy ocupadas, no ven mucho fruto por sus labores. 

 El peligro que hay en la falta de fruto es que produce frustración y desánimo congregacional.

 ¿Cuál es el antídoto para este mal? 

Ser una iglesia con una misión y con fruto. En Juan 15.8 Jesús nos dice: 

“En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” 

Las palabras de Jesús son directas. 

Nuestra misión es el Evangelismo y nuestro fruto son las personas salvas: 

“Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres” Mateo 4.19. 

La Estrategia de Jesús es un modelo que tiene como objetivo redirigir a la Iglesia en su misión, para que llegue a cumplir los propósitos para los que fue fundada.

 Creemos que la aplicación de la ESTRATEGIA DE JESÚS resultará en mucho fruto.

 “Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra; y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.” Marcos 4.26–29. 

En esta cita bíblica se encuentran los cuatro propósitos de nuestro modelo Refam o iglesia en casa: “brota” (Nacer), “crece” (Crecer), “maduro” (Madurar) y “siega” (Multiplicar). 

Por medio de la ESTRATEGIA DE JESÚS, pretendemos entregar a líderes con hambre, herramientas que les ayuden en el cumplimiento de su misión y ministerio dentro del Reino de Dios.

 Nuestro plan conecta directamente con la visión de la IPUC, que es unirnos para la expansión del Reino. 

 Es decir, queremos llegar a ser una iglesia del Nombre de Jesucristo que convierta a las personas de cada comunidad al Reino de Dios a través de la Estrategia de Jesús. 

 Lucas 10.1: “Designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.”

 Cumplir con esta misión y alcanzar nuestra visión requiere que cada uno de nosotros se envuelva en la tarea de llevar los perdidos a Cristo a través de los cuatro propósitos de la Estrategia de Jesús. 

Para que eso se vuelva una realidad, queremos hacer por lo menos tres cosas: 

(1) Aclarar la visión

 Toda organización exitosa tiene una visión clara acerca de cómo desarrollar sus propósitos y planes. Sin embargo, y con bastante frecuencia, nuestras iglesias no poseen claridad con respeto a su misión ni tienen un proceso claro de cómo hacer discípulos.

 Consecuentemente, sus esfuerzos muchas veces no producen los resultados esperados, y algunas iglesias incluso caen en el decrecimiento. Una visión clara de cómo se logrará la misión es clave para el éxito.

 (2) Enfocar nuestra gente 

El enfoque aumenta la efectividad porque se niega hacer aquellas cosas que no están centradas en la misión. 

El enfoque es muy importante.

 Los programas tradicionales de nuestras iglesias locales que fueron buenos en su tiempo pueden cesar de producir los resultados deseados para la misión de la Iglesia, que es hacer discípulos.

 Iglesias estancadas frecuentemente solo son impulsadas por sus actividades y no por el propósito de Dios. 

 En cambio el modelo ESTRATEGIA DE JESÚS, al focalizar nuevamente sobre la visión de la IPUC, busca dar dirección a nuestra iglesia para que regrese a su tarea o misión principal, que es ganar al mundo para Jesucristo (Marcos 16.15). 

(3) Apasionar la congregación 

La Iglesia nació con una gran pasión por llevar las buenas nuevas de Jesucristo a todo el mundo (Hechos 1.8). 

 En el Aposento Alto, el Espíritu Santo tomó la boca de los 120 discípulos —mediante las nuevas lenguas— para que evangelizaran a miles de almas que por esos días participaban de la fiesta de Pentecostés. 

Así fue como a muchos les fue revelado Jesucristo y sólo aquel día se produjo una cosecha de 3.000 almas (Hechos 2.38–41). 

Cuando no estamos enfocados en la misión, tendemos a dejar los resultados “en las manos de Dios”. 

Pensamos: “Que vengan a la iglesia aquellos que Dios quiera.” En otras palabras: “Yo no traeré a nadie”. 

Pero, aunque es cierto que Dios es quien da el crecimiento, también es cierto que Él no va a venir a sembrar nuestra tierra.

 Pablo, en 1ª Corintios 3.6, dice que “el crecimiento lo ha dado Dios”, pero antes dice: “Yo planté, Apolos regó.” 

Por lo tanto, que la semilla pueda nacer es cosa del Señor, pero la tarea de sembrarla ¡es nuestra! Y la tarea de cuidar la siembra para ver resultados ¡es nuestra también! 

III. Un modelo sencillo y práctico Los cuatro propósitos que hemos hallado en la analogía de la semilla plantada en la tierra, del pasaje de Marcos 4.26–29, son vitales para el desarrollo de una siembra que conseguirá traer una gran cosecha.

 Estos propósitos (que representan cuatro etapas de desarrollo) guían a los nuevos creyentes a través de las enseñanzas de Jesús, para que puedan experimentar el nacimiento, el crecimiento, la madurez y la multiplicación.

 La finalidad de estos cuatro propósitos es que nuestros amigos nazcan de nuevo, crezcan en su relación con el cuerpo de Cristo, maduren en su servicio al Señor y se multipliquen al traer otros a Jesús usando sus dones para el servicio de Dios.

 Por medio de la ESTRATEGIA DE JESÚS  proponemos un modelo sencillo y práctico para que cualquier iglesia en transición, pueda moverse con mayor facilidad al nuevo modelo IGLESIA EN CASA. 

También será aplicable a nuevas iglesias —obras nuevas. La ESTRATEGIA DE JESÚS se puede aplicar en toda etapa de desarrollo de una congregación: Obra Nueva, Misión o Iglesia. 

Este modelo se puede aplicar a partir de un sólo grupo Refam o iglesia en casa dirigido por un líder y apoyado por sus miembros.

 No se necesitan masas para empezar a ganar almas; sólo un pequeño grupo de discípulos de Jesús comprometidos a llevar a cabo la tarea que Él nos ha encomendado:

 ‘‘Id y predicad el evangelio a toda criatura.” Marcos 16.15. 

El Ciclo Nacer

 ¿Cómo logramos el propósito Nacer? 

Por medio del Ciclo Nacer, que es un período de trabajo de cuatro meses. 

 Esto permite que el Ciclo Nacer pueda realizarse hasta tres veces en un año. El objetivo del Ciclo Nacer es llevar el número más grande posible de personas a una relación personal con Jesucristo. 

 El Ciclo Nacer tiene tres etapas. Primero, el ciclo comienza con cada miembro de la congregación o Nueva Obra orando, ayunando e intentando evangelizar diez almas cada uno.

 Esta parte del ciclo de nacimiento termina con el Día del Amigo, ya sea en un hogar o en la iglesia.

 Segundo, los miembros de la iglesia entonces trabajan para que las almas que asistieron al Día del Amigo se conecten a un grupo celular.

 Tercero, después de asistir al grupo iglesia en casa, se les animará a recibir clases de discipulado. Esto puede suceder en un salón de clases en la propiedad de la iglesia o en un hogar. 

Si la clase de discipulado Nivel 1 Nacer, se lleva a cabo en un grupo iglesia en casa, debería ser un día diferente del día  de la reunión programada. 

En ese caso será de persona a persona.

 El objetivo es que entreguen sus vidas a Cristo, se bauticen en agua y reciban el Espíritu Santo (Juan 3.5). 

Posteriormente, el creyente recién bautizado continuará siendo guiado hasta que se convierta en un ganador de almas. 

A continuación, presentamos en detalle los tres procesos clave del Ciclo Nacer, que si son bien ejecutados, eventualmente producirán una gran cosecha de almas: 

• Ciclo de Evangelización 

• Grupo Celular 

• Escuela de Discipulado

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