Congregarse

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Cuando alguien deja de congregarse, y se le pregunta acerca de los motivos, estos varian: 

Algunos ejemplos: Se me hacia difícil ir por el trabajo y deje de ir. 

Tenía mucho para estudiar. 

Perdí el interés. Me enfrie. 

En la Iglesia no hay amor. 

Hay chisme en la iglesia. 

Cuando acomode mis tiempos vuelvo.

 Tuve problemas con los pastores. 

No estoy de acuerdo con muchas cosas. Estoy buscando opciones. 

No quiero compromiso.

 Me pedían dinero.

 No me agrada el liderazgo.

 El Pastor no me visita. 

Es muy difícil. 

Me congrego vía online, por YouTube o Instagram o Facebook. Voy cada tanto, y así sucesivamente. 

En el arsenal de las excusas, siempre habrá una adecuada. 

La cuestión es: ¿Qué tanto podemos engañar a Dios? Si dejamos de congregarnos probablemente utilicemos ese tiempo para pasatiempos o ganar dinero o llenar nuestra agenda con intereses personales, pero saben los que dejaron de congregarse lo complejo que es volver.

 El escritor a los Hebreos dice: Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. (Hebreos 10:24-25) 

y esto ya sucedía en la iglesia primitiva y con la presencia de grandes apóstoles y maestros. 

Hoy, Internet, la industria del entretenimiento, las redes sociales, las ideologías anti bíblicas están llevando a miles de creyentes fuera de las congregaciones, pero lo peor es que lo más terrible de todo, es la pérdida de la relación con Dios.

 Y cuando nos alejamos del Señor, el león rugiente se acerca, y su propósito es no volver a perdernos y asegurar su víctima. Dios nos ayude... 

¿Qué es congregarse?

Jesús dijo: "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." (Mateo 18:20) Por lo que se infiere de las palabras de Jesús, se requieren dos para estar congregados, pero aunque uno crea que es suficiente, el Señor estableció, "apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, a fin de edificar a los santos para la obra del ministerio". (Efesios 4:11), lo que implica un trabajo de edificación sobre los creyentes. 

Hay varios, como en la iglesia de Antioquia, que eran una multitud. (Hechos 11:19-26; 13:1, 2)

 Es cierto, que antiguamente no había templos cristianos reconocidos, pero si era cierto, que la iglesia, solía reunirse en el atrio del templo, en las casas y en aposentos altos, tales como el de pentecostés, que pudo albergar a mas de 120 personas, (Hechos 1:13-15) y como el que estaba en Troas, donde Eutico cayo del tercer piso. (Hechos 20:7-9)

Aunque cueste, para muchos es una orden bíblica, (Hebreos 10:25), aunque si quieren arrancarla de la Biblia, es desicion de cada uno. ¿Cuáles son los problemas de congregarse? Consideremos algunos: 

Si lo hacemos en casas, por cuestiones de higiene, seguridad y respeto a la intimidad, en los tiempos actuales es complejo.

 Los locales, o aposentos altos o bajos, habitualmente requieren el pago de un alquiler y servicios. 

También existe el problema de las doctrinas que se predican, que una persona que lee la Biblia y la estudia, y busca a Dios, sabrá si son o no correctas, y respecto a los falsos apóstoles y profetas, existe el mismo sistema para detectarlos.

 Hay que tener en cuenta también el problema de las relaciones humanas, y esto no solo pasa en un templo sino en la calle, en el trabajo, en la universidad, entre otras cosas.  

El asunto es que congregarse, implica un problema para la carne, el mundo y por supuesto al diablo.

 Además estar juntos, nos potencia, nos motiva y ayuda a crecer. (Salmo 133) 

Pablo pregunta a los corintios: ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación.  Hagase todo para edificación. (1° Corintios 14:26)

 Pero sin escribir mucho, hay una idea que subyace, a no querer congregarse y es que una vez que dejas de hacerlo, volver a hacerlo es imposible sin la ayuda de Dios, porque te endurecerás tanto que difícilmente puedas volver. 

Prefiero congregarme y no pastorearme a mi mismo, pero esto es moda en el mundo actual...